sábado, 29 de enero de 2011
Viaje a San Roque: Maravillosos paisajes y necesidades básicas
El pueblo necesita agua limpia. Es contradictorio que teniendo un río con tanta agua, la gente de San Roque y alrededores no tiene agua limpia. El agua que usan es el agua del río Ucayalí, que siempre tiene mucha tierra. Es mi ruego a Dios que las nuevas autoridades le pongan agua limpia al pueblo. No estoy hablando de llevar agua limpia hasta las mismas casas, que sería lo ideal, sino que siquiera pudieran tener un sistema de purificación de agua, lo cual, creo no es tan costoso.
El pueblo necesita ser enseñado a tener buenos silos para sus necesidades fisiológicas. Algunos hogares no tienen silos y los que sí tienen, los tienen superficiales y poco profundos, lo cual es contraproducente, por la contaminación y por las enfermedades que esto puede acarrear. Se ayudaría mucho a las personas si es que se les enseña a construirlos y a usarlos adecuadamente.
El pueblo necesita mejorar sus viviendas. En la selva no se necesita vivir sofisticadamente. La vida es sencilla y simple. Con todo, se pueden mejorar las viviendas. Espacio hay más que suficiente. Los materiales de construcción propios de la zona están al alcance de la mano del que quiere obtenerlos. Lo que se requiere es un poquito de imaginación y trabajo árduo. Los esposos podrían tener su propia habitación y otros miembros de la familia también.
El pueblo necesita ser enseñado en la buena administración de los recursos naturales que están a su alrededor. Hay ingentes recursos naturales alrededor de San Roque. La riqueza de la selva es impresionante. Lo que se necesita es una buena administración. Hay peces, carne y frutas. Todo está a la mano. Con un poquito de educación, San Roque puede convertirse en un hermoso lugar para vivir y para ser visitado.
Hay más necesidades, pero las que he alistado son vitales para la buena salud y la calidad de vida de las personas que habitan esa parte del Perú.
Finalmente, la necesidad más grande en San Roque es el evangelio de Jesús y la palabra de Dios. El evangelio ha sido predicado en ese pueblo desde hace más de 50 años. Eso fue lo que me dijeron los hermanos. Aunque el evangelio es muy antiguo allí, este no se ha arraigado en la vida de la gente. Falta discipulado y confirmación en la palabra de Dios. Dios mediante, volveré a ese pueblo otra vez, para seguir discipulando y confirmando a los hermanos en la palabra de Dios.
San Roque y sus habitantes necesitan ser alcanzados con el evangelio y la palabra de Dios. Para que esto ocurra, los pastores y las iglesias de las ciudades grandes deben levantar sus ojos y mirar los campos que están listos para la siega. Dios levante a sus siervos y a sus iglesias para activar con ánimo en su obra a fin de alcanzar a San Roque y a los pueblos similares al mismo.
San Roque y sus habitantes necesitan ser alcanzados con las buenos avances de las ciudades grandes. Para esto se requiera que la autoridades políticas se interesen por el pueblo y la gente de allí, no solamente en tiempo de elecciones, sino siempre.
San Roque está a dos días en Lancha, saliendo de Iquitos. Dios me ha llevado hasta allí una primera vez. Ya he planeado una segunda visita y no sé cuántas más haré. Dios, quien es la persona a la que sirvo, sabe exactamente cuántas visitas haré. Lo que le ruego a Dios es que cuando vaya para allá, yo sea de bendición y de ánimo para los cristianos que viven allá y para cada persona que Dios ponga en mi camino.
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